lunes, 9 de octubre de 2017

La Unión de estibadores y jornaleros de Zihuatanejo.


Adherida a la CROM (Confederación Regional de Obreros Mexicanos) fue fundada aproximadamente por el año de 1936, (le decían el sindicato de la CROM) y dicho sindicato, estuvo conformado de personas tanto de Zihuatanejo, como de Agua de Correa que se ocupaban de la carga y descarga de los barcos que arribaban a la Bahía, transportando desde Acapulco, toda clase de víveres, como azúcar, harina, comestibles y otros. 



El centro de acopio tanto de la carga que llegaba, como de la carga que se iba, era la bodega que estaba ubicada en la calle Cuauhtémoc esquina con calle Pedro Ascencio, (vivíamos mero enfrente) era una casona como de 30 por 30 metros de paredes gruesas de bajareque y techo de teja, fue propiedad del señor Benjamín Cañedo, español avecindado en Acapulco, y además, también dueño del barco el Oviedo, y del terreno donde hoy está el cinema Paraíso, antes cine Janeiro.



Del barco a tierra, y viceversa, la carga se transportaba en canoas grandes de parota y eran impulsadas, por medio de remos. Desde la playa hasta la bodega, y viceversa, la carga se transportaba a hombro de cristiano. La carga que llegaba, regularmente  como ya lo dijimos eran víveres, combustible (gasolina y petróleo) y la carga que se iba, era costales de copra, de maíz, de ajonjolí, de sal, a veces cueros de res, y también pequeños costalitos de metal muy pesados que se transportaban a lomo de burro desde el mineral del Real de Guadalupe. En una ocasión; creo que era 1946 ó 1947,  recordamos; se embarcó madera en trozas, que eran troncos de árbol de cedro, parota y habillo, tenían 2.50 metros de longitud, y hasta 1.20 m. de diámetro. Se transportaban flotando hasta el barco. Cabe decir, que esta maniobra siempre se realizó en la Playa Principal y nunca jamás se realizó en la Playa de la Madera, toda vez que hacerlo en esta playa, resultaba de mucho riesgo. En los barcos, también viajaban personas, en calidad de pasajeros.



El inmueble hoy conocido como Casa Marina, o Casa Krebs, ubicada frente a la Playa Principal, anteriormente era conocida como la casa de la Crom, fue construida por el Sindicato de Estibadores, para que sirviera de oficinas y como lugar para juntas; se usaba también ocasionalmente para hacer eventos varios y bailes; nos viene a la memoria, que ahí festejamos en una ocasión el día del soldado. A mediados de los 40’s, en ese lugar, los hermanos Tena (Máximo y Beto), de Petatlán, iniciaron su negocio de cine. Transcurrido algún tiempo, los barcos dejaron de arribar a Zihuatanejo, debido a que la carretera de Acapulco a este puerto, se concluyó a nivel terracería, y empezó a haber tráfico de camiones que ahora transportaban la carga en los dos sentidos de manera mas rápida. Uno de los camioneros que se estableció en Zihuatanejo, (1952) fue el Chino Lorenzo Lee, y lo recordamos por que su hija Ernestina Lee, era compañera en la primaria. La circunstancia anterior, fue el principio del fin del Sindicato; la casona de la Crom ya no tenía uso y en 1954, (mas o menos), fue vendida al señor Don Carlos Barnard, hotelero de Acapulco, quien la modificó y habilitó para darle uso de Hotel; y así fue como nació el Hotel Casa Marina; el administrador era Don David Hernández .(el jefe). Posteriormente en la década de los 70’s, el inmueble fue vendido a la Familia Rodríguez Krebs, y los nuevos dueños, le cambiaron de giro comercial, pero conservaron el nombre: Casa Marina.



De los barcos que arribaban a Zihuatanejo, de manera regular, y los mas conocidos fueron el Oviedo y el María Martha, y de manera esporádica, llegaban, el Córrigan I, y el Córrigan II, el Maridome, el Tecuanapa, y el Rio Balsas. En el año de 1952, el buque Monterrey, arribó a Zihuatanejo, transportando en sus bodegas a todo el hotel Catalina, que en su origen era una estructura armable a base de módulos prefabricados de fibracel. También había una lanchona grande que tenía casco metálico y de madera, propiedad de Don Julio Diego, se llamaba “Zihuatanejo”, recordamos que esta embarcación naufragó en Abril de 1957, frente a la Desembocadura del Rio Balsas, cuando en horas de la madrugada navegaba con rumbo a Caleta de Campos, en Michoacán, muriendo lamentablemente en aquella ocasión el capitán Don Felipe Palacios Velarde.



De aquellas personas del Sindicato de Estibadores, que realizaban la faena de descarga y carga, recordamos de Agua de Correa, a Don Juan Pineda, Ricardo Pineda, Baldomero Pineda, Luis Pineda, Damián Pineda, León Aceves, Sergio Ureña, Federico Ruíz, Narciso Reglado, a Chelón y creo que había algunos de apellido Nogueda. De Zihuatanejo, a: Don Felipe Valle, Santos Valle, Simón Valle, Matías Valle, Pedro Valle, Alejo Valle, de los Lara, a José y su hijo Alfonso, a Pedrito y Pablito Olea, Nino Corrales, Crispín Sánchez, Mingo Vargas, Niola y Zeferino Salas, Juan Ruíz, Chucho Valdovinos, Nino Pineda, Hilario Orozco, José el chivo, el Negro Pina, a Miguel Pina, al Nejo, a Wences el sapo, a Gindo Morelos, al Pelón del campo Elpidio Pedrosa, Chucho Rumbo, Manuel Dorantes, Chebo Meza, Carmelo García, Ángel Pineda, Benigno Gaytán, Chencho el chaparro,(hermano de doña Caritina) y creo que también Antero. Y desde luego hubo algunos que lamentamos no recordarlos.



Un personaje muy importante y miembro activo del sindicato de estibadores Cromianos, fue Don Pedro Deboquá Ayón (le decíamos el gringo Ayón).—Era alto blanco de ojos verdes; y mas bien era de ascendencia francesa (del imperio) y no gringa. Y decimos importante, por que el Gringo Ayón, se ocupaba de llevar la contabilidad; es decir, llevaba la cuenta de lo que se descargaba del barco, y lo que se cargaba en el barco, para efectos de pago. Tenía problemas de salud; de ahí su comportamiento extraño. El Gringo Ayón, era sobrino de las hermanas Ayón; Doña Nica, Doña Cunda y Doña Juana, ésta última, era esposa de Don Emeterio Pano (Don Mite); que eran abuelos de nuestro gran amigo, compañero de escuela y del beisbol Luis Pano; se habían establecido en Zihuatanejo, procedentes de Michoacán, desde mediados de los 30’s.

Nunca olvidaremos a Don Mite, como un autentico y verdadero campesino, trabajador necio y consuetudinario de la tierra; que cuando vió perdida su huerta de La Ropa, expropiada por el Fibazi; angustiado y triste no le dejaron otra opción que morir.

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